De regreso a la cola!

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Maracaibo - Venezuela © 2009
Por: CNP: 17.361 / LA RED VEIS


Hace ya algún tiempo, durante el mes de Abril, estuve en las instalaciones del centro comercial SAMBIL MARACAIBO para visitar la oficina de una prestigiosa entidad bancaria, famosa por ser íntegros con su seguridad electrónica, mecánica, analógica... Ojo no es que este incomodo con la empresa bancaria sino que, de solo recordar el tedioso trabajo de activar un clave telefónica, me da nauseas. En fin, llegue dispuesto a conseguir un día normal en el banco.

Pensé que como eran las 6 de la tarde habría poca gente. Fue todo lo contrario, una gigantesca cola humana llenaba el banco. Entre personas obstinadas y otras no tanto, lo pensé dos veces antes de incrustarme en tal majestuosidad. Pero lo pensé y me dije que si volvía al otro día igual tendría que hacer la misma cola; al final termine siendo el último de la fila y como todos los demás obstinados y amargados. Para evitar estar como el resto del común decidí tomar las cosas con calma y paciencia.

Entre tanta espera, aunado al dolor que tenía en mi riñón a causa de los molestos cálculos renales, solo observaba el reloj del banco. Le tomaba el tiempo a los cajeros y miraba un sin fin de cosas insólitas que pueden pasar en un banco: la madre que se lleva al hijo recién nacido, la otra que deja los suyos desamparados mientras chatea por el blackberry y de aquellos que no les quedaba otra opción si no robar los asientos cada vez que alguien se levanta, un comportamiento digno de analizar.

Lo que ocurría a mí alrededor era toda una odisea; yo solo respiraba profundo y con calma, pero no apartaba la mirada del reloj, mientras continuaba tomando el tiempo. Ya a mitad de la cola descubrí que había otro tipo de comportamiento dentro de la entidad bancaria.

Para unos inusuales, para otros insólitos, para mí un descaro. El gerente o como quiera llamársele, estaba permitiendo los depósitos clandestinos, sí clandestinos; muchos de los que hicimos la cola pasamos horas esperando realizar la transacción para la que fuimos. Pero no podía hacer nada. Estaba cansado de tanto esperar y mareado por ver los puntos rojos del horrible reloj que tiene el banco. Ya, un poquito más tarde el clima se mostraba diferente.

Varios abuelos estaban haciendo la cola, pero un momento, los ancianos no estaban solos, los acompañaban nada más y nada menos que sus partner los NIETOS; que por no hacer una bendita cola, deciden explotar las ventajas de la tercera edad. Sin nada más que hacer seguí observando el reloj del banco, mientras aguantaba el llanto de la niña en su coche, los empujones de los niños corriendo y las mujeres con sus esposos hablando de viajes al exterior, que si Canadá, que si Europa, que si Estado Unidos…..

Era tal el cansancio que no escuchaba a más nadie que a los cajeros decir "Siguiente". Con cada minuto que pasaba la cola se volvía más agotadora. Para mi asombro en menos de 30 minutos ya me encontraba en el top 20. De repente logre escuchar una vocecita peculiar, una maracucha (venezolana, oriunda del estado Zulia) con aires de EGOCÉNTRICA, es decir una cuaima que cree que se las sabe todas. Para ser mas especifico, esta mujer con su señor esposo al lado, que tampoco escapaba de sus mismos aires, se encontraban charlando de aquellos viajes que realizaban a las costas venezolanas y extranjeras.

Lo típico del caso es qué siendo marabinos o zulianos no dejaban nada por fuera del regionalismo puritano y conservador que llevan dentro. Aclaro, que no soy un paisa ni un pitiyanki ! No que va¡ soy igual de marabino que cualquier otro. El tema de conversación de esta pareja con el resto de las personas era la costumbre que tienen las extranjeras (americanas, europeas y asiáticas) de dejarse desnudo el pecho para bañarse o tomar sol en las costas venezolanas: playa parguito, los roques, los cayos, el yaque, sitios turísticos que al parecer fueron recorridos por la misma pareja que inicio la conversación.

Tal fue el asombro de la otra pareja que intensificaron la conversación haciendo juicios de valor y especialmente de la moral que tienen las jóvenes de otras nacionalidades, alegando e insistiendo que: " Seguramente como no son de aquí se destapan y no le importa nada" sigue, "No que va, esas mujeres no tiene pudor, se viene para Venezuela porque aquí todo es más barato y pueden hacer lo que quieran" y sigue, "Yo no entiendo aquí las mujeres cuando van para la playa hasta les da pena con el marido"... Yo no sé si quería darme un infarto o morirme de la risa. Tal atrocidad era digna de grabar al mejor estilo Reality Show.

Era insólito observar y escuchar como aquellas personas dilucidaban de dicho tema, sin recordar que estaban en el territorio de lo posible: EL Zulia. No puedo obviar que la conversación fue bastante ilustrativa, pero con dichos comentarios dejaba escapar la idiosincrasia barata de aquellos zulianos que se jactaban de afirmar que las extranjeras de las playas venezolanas eran inmorales. Si de moralidad vamos el Zulia posee la mejor posición de vagabunderías de Venezuela. Y qué decir de nuestro maltratado país. Estamos siendo representados por un vago, inculto e inmoral presidente: ósea Huguito.

Con dos horas metido en el banco y cansado del submundo que lo rodea, me encontraba listo para depositar, aunque con ganas de escuchar la conversación que tenía su segunda parte: Viajes de la pareja disonante, pero se dio en las afueras del banco.

Fue cuando entonces me hice una pregunta: ¿Por qué esta gente con la situación en que nos encontramos no se largan del país si tanto lo critican? Obvio que no lo harán, quizás las cuentas del banco no estén tan gordas como les gustaría admitir. Al fin: tenía dos personas delante de mí. Tome el tiempo de depósito y atención por parte de los cajeros: el resultado 2 minutos. Entonces, ¿por qué tarde dos horas en una cola si un depósito puede tardar entre 2 y 5 minutos? Al final logre mi cometido: tiempo total de la transacción: 1 minuto.

PD: Nunca salgas sin un iPod, MP3 player o algo parecido. Es contra producente y puedes tener efectos colaterales.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

tienes todaaaaaaa la razón! y vaya qué submundos los que hay en los bancos de este país. Por eso, tenemos que irnos para 100% Banco, donde supuestamente no ocurre eso. Yo también cargo mi MP4 porque a diario me encuentro con esa situación.
¡Un beso y un abrazo!

Nordis, P.

Unknown dijo...

Gracias Nordis por tu comentario. De veras que la misión del Venezolano ho día, es cambiar los procesos que nos pueden dejar consecuencias "viciadas".