Francisca Rojas Silvestre, representante en Anzoátegui de la directiva de Fedenaga, aseguró que al menos en 50% ha disminuido la participación del empresariado en la región.
Sencilla, con espíritu de progreso y trabajo. Así se muestra una líder gremial que, a través de su larga carrera en el campo productivo en la entidad, tiene muy claros los aspectos positivos, pero también otros no tan alentadores que se ciernen sobre el futuro del sector agrícola.
El encuentro con El Tiempo transcurrió en una de sus recientes participaciones como asesora agrícola de un grupo de productores de Anzoátegui.
Allí Francisca Rojas Silvestre, de manera informal, explicó los avances que pueden alcanzar los sectores ganadero y agrícola, mediante la participación y la automotivación de los empresarios.
Rojas detalló algunos elementos negativos que han afectado, según su apreciación, al sector durante los últimos 10 años.
Su intención es buscar el consenso entre los agremiados de diferentes asociaciones, así como de aquellos que de manera independiente participan en la seguridad alimentaria del país.
Ella apuesta a la divulgación de una nueva visión.
-¿Cómo está el pulso económico del sector ganadero?
-Actualmente el gremio ganadero está en proceso de tramitación y logro de créditos para la adquisición de insumos y maquinarias. Esto permitiría -de concretarse- el mejoramiento de la infraestructura de las fincas, compra de vehículos rústicos, optimización del ganado y todo lo relacionado con la agroproducción. Estimularía al sector si se respetan las políticas que el gobierno nacional dice impulsar en cuanto a lo que a seguridad alimentaria se refiere.
-¿Qué se necesita para lograr la prosperidad en el sector ganadero?
-La manera es que los productores locales se conviertan en unidades de producción con un nivel de eficiencia y calidad que permita restablecer, poco a poco, el rendimiento que se ha visto afectado estos últimos años por unas políticas erradas de gobierno, en cuanto a control de precios y una importación desmedida de productos.
-¿Qué factores negativos enfrenta la producción agrícola en el país?
-A pesar de las circunstancias adversas que desde 2001 se han venido enfrentando como invasiones, mala vialidad, inseguridad personal y jurídica y falta de apoyo integral, los empresarios siguen apostando al futuro y progreso del país.
-¿Hasta qué punto se ha perdido la capacidad productiva en la región oriental?
-En cuanto a producción, el gremio que conforma Fedenaga en la zona oriental del país abastecía 95% de la carne que consumíamos. En este momento, nos encontramos en menos de 50%. Aun así existen ganaderos que se mantienen en el sector, pero con poca capacidad.
-¿Dónde estaría la solución a corto plazo?
-A través de la búsqueda de las alianzas entre el sector privado y agroproductor, lo que nos llevará a ir nivelando la producción. Esto con la esperanza de que podamos ver políticas y cambios en los controles de precios, factores que afectan principalmente al gremio, además de la inseguridad. Secuestros y extorsión son delitos que también comprometen a la finca.
-¿Cuál ha sido el impacto del control a los precios de la carne?
-El control de precios desde principios de 2001 y 2002 trajo como consecuencia el ajuste a los insumos de los sectores agrarios y pecuarios. Actualmente, se han revisado los rubros, pero aun así los cambios realizados a finales de 2011 no cubren la producción de un litro de leche.
-¿Se sienten excluidos de los créditos del gobierno nacional?
-La mala o buena suerte para aquellos que pertenecemos a la federación es que al no estar con el llamado “proceso”, no recibimos beneficios que puedan obtener aquellos adscritos a organizaciones paralelas -oficialistas- como la Federación de Ganaderos de Venezuela (Fegaven) y la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos (Confagan) y tenemos que acceder a los créditos de la banca privada.
-¿Qué pasó con la misión gubernamental que agrupa a los agroproductores?
-La gran misión agrícola nadie sabe dónde está. En la prensa regional se refleja cómo los productores de Anaco, Aragua de Barcelona, Santa Ana y McGregor llenan infinidad de planillas y no han sido beneficiados.
-¿Cómo vislumbra la capacidad de producción para finales de año?
-Este año la producción bajará aún más debido a una escasez de insumos. Actualmente en el país existe un divorcio entre la política y la realidad del sector.
-¿Qué trae consigo esto? ¿Desabastecimiento?
-Primero hay que recordar lo sucedido con la empresa Agroisleña que tenía la mayor cantidad de suministros a todo el sector, llámese cereales, hortalizas, frutas, entre otros, la cual fue expropiada por el Gobierno Nacional y convertida en Agropatria. Hoy día, los productores la llaman “agronada”, porque nada de lo que se busca se consigue. El resultado de la nacionalización generó un descalabro en el suministro de alimentos que debió ser compensado por la Corporación Venezolana Agraria (CVA) lo cual no fue así, ya que sólo venden a los pequeños productores a quienes adjudican créditos. Los productores estamos enfrentando control de precios, incrementos de productos importados, inseguridad personal y jurídica, mal estado de las vías. Tenemos que luchar contra la escasez y esto trae como resultado el incremento de los costos de productos derivados.
-¿Cuánto se ha dejado de producir en Anzoátegui?
-En el caso de la zona oeste del estado, donde estoy ubicada, puedo hablarte de que antes había tres receptorías de productos lácteos como Panasa, Clarilac y Cirsa, al igual que las queseras de la costa. Todas, en general, recibíamos unos 20 mil litros diarios de leche. Hoy recibimos menos de 70%, sólo en los municipios Bruzual, Cajigal y Carvajal.
-¿Qué pasaría si el panorama en 2013 no es alentador?
-Si no tenemos los dólares y el control de precios continúa podría sobrevenir una hambruna.
-¿Cuáles serían las acciones a tomar en este momento?
-Nosotros estamos estimulando al sector ganadero, conscientes de la responsabilidad como valor en la economía del país, aun por encima de las dificultades, para no pasar por un panorama desalentador el próximo año.
-¿Sería entonces la banca privada la única oportunidad o luz en este panorama oscuro?
-Bueno, es una herramienta importante que nosotros vamos a aprovechar al máximo para fomentar el crecimiento de los pequeños y grandes productores, de manera que se fortalezcan las unidades de producción.
-¿Si no reciben ayuda de la banca, qué pasaría?
-De lo contrario pende sobre nuestras cabezas el hecho de que si la tierra se declara ociosa (porque no estamos produciendo), podría pasar a manos del gobierno nacional. Es por ello, que el marco legal y las políticas actuales nos mantienen entre la espada y la pared.