Hola, soy Donny González, periodista desde el año 2008 y mucho antes, de recibir mi licencia para ejercer el periodismo, tuve la dicha y oportunidad de llevarle a la sociedad el acontecer diario de las calles venezolanas, específicamente en la ciudad de Maracaibo, estado Zulia. Los acontecimientos durante la experiencia, fueron gratificantes y de muchas sorpresas; las elecciones de gobernadores y alcaldes, la feria de la chinita y las lamentables lluvias que afectan cada año las zonas pobres de la ciudad marabina.
No obstante lo más relevante de todo ello es – y sigue siendo – las muertes que empañan cada día las calles y el llanto de las familias características de las morgues. A todo ello se le suma un problema que, desde varios años persiste desde las cúpulas de Estado Venezolano y es la agresión de periodistas, reporteros gráficos, entre otros. Con ello violando uno de los principios fundamentales de la democracia: libertad de expresión.
De igual manera las constantes agresiones verbales promulgadas por parte del gobierno de Hugo Chávez, desde la intentona “golpista” del 2002 y el cierre de medios, como Radio Caracas Televisión es un acto prominente a los acontecimientos que se han desarrollado durante este año 2009. El posible cierre de globovisión se ve al final del túnel, con sanciones administrativas que van de una multa 2,35 millones de dólares, por concepto de impuestos no pagados, entre los años 2002 – 2006 y las amenazas al cierre de frecuencias en varios estados del país, es sin lugar a duda el inicio de un fin provocado por el ejecutivo, el cual consiste perseguir a los medios que, “envenenan a la población”, frase emitida durante su maratónico “Alo presidente” de cuatro horas, el cual no concluyó por problemas técnicos, – mas bien por problemas internos –.
El impreso le toca.
Medios de comunicación que vayan en contra del llamado “nuevo socialismo del siglo XXI” ejecutado desde las filas de Chávez, es un atentado contra la patria. Sin dejar a un lado aquellos que hacen uso de la autocensura, para mantener sus intereses vigentes. Los periódicos que no hacen, dicha “autocensura”, llevan el peso de la hostigación y el maltrato hacia sus empleados y directivos.
El caso del diario “La Verdad” en el estado Zulia, es un ejemplo; desde las constantes denuncias hechas por el diputado de la Asamblea Nacional, Mario Isea, mejor llamado como “Mario el Traidor”, en admitir que el medio hostiga contra el gobierno nacional, a causa del articulo realizado por la periodista, Ángery Lozano, quien cita textualmente a un comerciante durante una manifestación en la plaza Bolívar de Maracaibo, afirmando éste lo siguiente: “A los diputados zulianos hay que ahorcarlos en plena 5 de Julio”.
Producto de estas declaraciones, las amenazas y protestas en contra del diario local, se intensificaron durante los meses de abril y mayo. La agresión física del reportero gráfico, Edward Perdomo, reflejan la intolerancia de los afectos del chavismo. Ahora bien, el acto de agresión perpetrado por trabajadores de la instancia municipal de San Francisco, fue producto de una fotografía realizada por el reportero quien capto el papel, que muestra el horario de las oficinas; en el lugar se encontraban ex trabajadores del ayuntamiento sureño quienes reclamaban por el despido injustificado.
Tambien existen antecendentes de cómo a otros reporteros gráficos han sido censurados en la practica de su ejercicio periodistico durante el 2008; el caso del periodista y reportero gráfico, Milko Marín del Diario Panorama, quien fuese agredido por los familiares de un difunto a causa de las investigaciones realizadas del suceso, es la constancia de una sociedad manipulada por la falta de valores y respeto al ejercicio del periodismo. Estos son solo algunos casos por mencionar, organismos como el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) realizan cada año las denuncias formuladas por agreción a comunicadores sociales en ejercicio.
Ahora bien, reflexiono mucho de lo que nos está pasando, al gremio de comunicadores sociales, quienes cada día nos cuesta realizar nuestro trabajo. Vivimos en un “campo de guerra” surrealista, distinto de ambientes bélicos como los de Irak o Isarael. Estamos siendo atacados por sorpresa y peor aun, nunca hemos declarado la guerra. Tomar una fotografía o hacer fotoperiodismo en Venezuela, hoy día se limita a condiciones sociopolíticas y culturales que provistas de argumentos, que van en contra de una libertad de expresión y de principios democráticos en una sociedad plural. Es así como en Venezuela sigue existiendo casos de reporteros gráficos y periodistas asesinados y agredidos por el simple hecho de realizar su labor, informar. Algunos incluso están impunes a los organismos competentes.
No soporto la intolerancia.
La intolerancia es una actitud, desprovista de conciencia. Es por ello que hacer periodismo fotográfico en nuestro país, es riesgoso en función de aquellos grupos o sectores de la sociedad venezolana que atentan con la integridad física, verbal y profesional, ejerciendo una actitud reactiva e intolerante ante el acto tomar el registro de un acontecimiento, que puede llegar incluso a mejorar la calidad social y de vida del país.
De alguna manera todos somos victimas de la violencia, queramos o no, tenemos el compromiso de hacer vales los derechos pactados en la organización de Estados Americanos y las Naciones Unidad, organismos que a su vez no nos representan en las políticas internas y de los hechos impunes que acontecen en nuestra sociedad. Es asi como la verdad y los principios plasmados en dichas organizaciones son la unica defenza ante una impunidad de derechos civiles y democraticos.
No obstante lo más relevante de todo ello es – y sigue siendo – las muertes que empañan cada día las calles y el llanto de las familias características de las morgues. A todo ello se le suma un problema que, desde varios años persiste desde las cúpulas de Estado Venezolano y es la agresión de periodistas, reporteros gráficos, entre otros. Con ello violando uno de los principios fundamentales de la democracia: libertad de expresión.
De igual manera las constantes agresiones verbales promulgadas por parte del gobierno de Hugo Chávez, desde la intentona “golpista” del 2002 y el cierre de medios, como Radio Caracas Televisión es un acto prominente a los acontecimientos que se han desarrollado durante este año 2009. El posible cierre de globovisión se ve al final del túnel, con sanciones administrativas que van de una multa 2,35 millones de dólares, por concepto de impuestos no pagados, entre los años 2002 – 2006 y las amenazas al cierre de frecuencias en varios estados del país, es sin lugar a duda el inicio de un fin provocado por el ejecutivo, el cual consiste perseguir a los medios que, “envenenan a la población”, frase emitida durante su maratónico “Alo presidente” de cuatro horas, el cual no concluyó por problemas técnicos, – mas bien por problemas internos –.
El impreso le toca.
Medios de comunicación que vayan en contra del llamado “nuevo socialismo del siglo XXI” ejecutado desde las filas de Chávez, es un atentado contra la patria. Sin dejar a un lado aquellos que hacen uso de la autocensura, para mantener sus intereses vigentes. Los periódicos que no hacen, dicha “autocensura”, llevan el peso de la hostigación y el maltrato hacia sus empleados y directivos.
El caso del diario “La Verdad” en el estado Zulia, es un ejemplo; desde las constantes denuncias hechas por el diputado de la Asamblea Nacional, Mario Isea, mejor llamado como “Mario el Traidor”, en admitir que el medio hostiga contra el gobierno nacional, a causa del articulo realizado por la periodista, Ángery Lozano, quien cita textualmente a un comerciante durante una manifestación en la plaza Bolívar de Maracaibo, afirmando éste lo siguiente: “A los diputados zulianos hay que ahorcarlos en plena 5 de Julio”.
Producto de estas declaraciones, las amenazas y protestas en contra del diario local, se intensificaron durante los meses de abril y mayo. La agresión física del reportero gráfico, Edward Perdomo, reflejan la intolerancia de los afectos del chavismo. Ahora bien, el acto de agresión perpetrado por trabajadores de la instancia municipal de San Francisco, fue producto de una fotografía realizada por el reportero quien capto el papel, que muestra el horario de las oficinas; en el lugar se encontraban ex trabajadores del ayuntamiento sureño quienes reclamaban por el despido injustificado.
Tambien existen antecendentes de cómo a otros reporteros gráficos han sido censurados en la practica de su ejercicio periodistico durante el 2008; el caso del periodista y reportero gráfico, Milko Marín del Diario Panorama, quien fuese agredido por los familiares de un difunto a causa de las investigaciones realizadas del suceso, es la constancia de una sociedad manipulada por la falta de valores y respeto al ejercicio del periodismo. Estos son solo algunos casos por mencionar, organismos como el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) realizan cada año las denuncias formuladas por agreción a comunicadores sociales en ejercicio.
Ahora bien, reflexiono mucho de lo que nos está pasando, al gremio de comunicadores sociales, quienes cada día nos cuesta realizar nuestro trabajo. Vivimos en un “campo de guerra” surrealista, distinto de ambientes bélicos como los de Irak o Isarael. Estamos siendo atacados por sorpresa y peor aun, nunca hemos declarado la guerra. Tomar una fotografía o hacer fotoperiodismo en Venezuela, hoy día se limita a condiciones sociopolíticas y culturales que provistas de argumentos, que van en contra de una libertad de expresión y de principios democráticos en una sociedad plural. Es así como en Venezuela sigue existiendo casos de reporteros gráficos y periodistas asesinados y agredidos por el simple hecho de realizar su labor, informar. Algunos incluso están impunes a los organismos competentes.
No soporto la intolerancia.
La intolerancia es una actitud, desprovista de conciencia. Es por ello que hacer periodismo fotográfico en nuestro país, es riesgoso en función de aquellos grupos o sectores de la sociedad venezolana que atentan con la integridad física, verbal y profesional, ejerciendo una actitud reactiva e intolerante ante el acto tomar el registro de un acontecimiento, que puede llegar incluso a mejorar la calidad social y de vida del país.
De alguna manera todos somos victimas de la violencia, queramos o no, tenemos el compromiso de hacer vales los derechos pactados en la organización de Estados Americanos y las Naciones Unidad, organismos que a su vez no nos representan en las políticas internas y de los hechos impunes que acontecen en nuestra sociedad. Es asi como la verdad y los principios plasmados en dichas organizaciones son la unica defenza ante una impunidad de derechos civiles y democraticos.
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